
Poner en marcha el cambio Estratégico
Nuestras empresas se enfrentan constantemente al difícil reto de gestionar su día a día sin perder de vista la necesidad de anticipar su futuro. ¿Cómo acercar ‘lo que es’ y ‘lo que debería de ser’?
El modelo del Gestor-Líder (Dirección por Implicación, 2000) de DPI estructura el papel doble de los directivos, que se ven obligados a combinar su rol como gestores y como líderes para implantar el cambio y conseguir sobrevivir al día a día. Las empresas más competitivas incorporan su estrategia en la toma de decisiones diarias. El cambio forma parte de su ADN.
Desde DPI te proponemos algunas claves para conseguirlo. Claves de gestión y de liderazgo:
1.- Apaga fuegos. Hazlo antes de iniciar un proceso de mejora y cambio críticos. Elimina las ramas que no te dejan ver el bosque. Ponte plazo para ello.
2.- Cuantifica. Clarifica desde el principio los recursos y medios a invertir en la puesta en marcha del plan, evitando que esto se convierta en un futuro problema.
3.- Comunica la Visión y el Plan. Trata de trasladar mensajes claros y concisos a todo el equipo. Simplifica las ideas importantes que tienen que calar en tu empresa (ver artículo sobre Mecanismos de coordinación y comunicación interna).
4.- Sensibiliza. Contagia al equipo de tu empresa tu ilusión por poner en marcha el plan que habéis definido. Consigue que todo el equipo lo vea tan importante como tu.
5.- Contrasta/Valida la viabilidad de tu estrategia entre el equipo, lo que te ayudará a conocer potenciales debilidades internas e identificar aspecto de revisión o mejora. Tener una perspectiva diferente de la que se tiene en dirección puede aportar ángulos interesantes y necesarios para alcanzar el éxito.
6.- Reparte juego. Promueve la participación del equipo, definiendo de forma clara los límites de sus responsabilidades, aclarando autoridades y trasladando sus objetivos (ver artículo sobre Diagnóstico y Rediseño de Estructura organizativa).
7.- Mide los logros. Define indicadores y metas que te permitan medir y gestionar el cumplimiento de los objetivos perseguidos (ver artículo de definición de indicadores y metas para objetivos)
8.-Ponlo en tu agenda y también de todo el equipo implicado. Concreta la estrategia en proyectos implantables y llévalos al día a día, reservando tiempo para cada actividad. Define los objetivos a conseguir por cada proyecto, y asignar plazos. Tu agenda dice mucho de ti, ¿dedicas tiempo a lo que consideras importante?
9.- Contrólalo. Analiza los resultados, sin olvidarte de los objetivos que se persiguen. Haz que el equipo participe en ello.
10.- Aprende haciendo. Sé flexible. Lo importante son los resultados, no es el plan en sí mismo. El diseño del plan y su implantación están unidos, actualízala en función de los resultados obtenidos y el aprendizaje del equipo. La empresa que cambia se empapa continuamente de nuevos planteamientos estratégicos.
11.- Comparte los logros con el resto. No sólo comunica lo que hay que hacer, sino también lo que se consigue. Dar visibilidad a los resultados de forma continua, ayudará a mantener la implicación del equipo.
Isabel Alvarez
09/10/2020